Vigile siempre a los niños cuando estén en o cerca del agua, y nunca los deje sin supervisión. Designe a un Vigilante del agua, un adulto que se encargue de supervisar a los niños que están en el agua. Esa debe ser su única tarea; la persona encargada no debe leer, enviar y recibir textos o jugar juegos en su teléfono.
Cuando haya un salvavidas presente, los padres y cuidadores deben siempre asumir la responsabilidad de vigilar a los niños cuando estén en o cerca del agua. Cuando un salvavidas se ausenta, es posible que los otros salvavidas no puedan ver toda la piscina; y si están sentados en sillas bajas, las personas dentro de la piscina podrían bloquear su vista.
Tenga siempre un teléfono a la mano para casos de emergencia; y, si un niño se encuentra extraviado, lo primero por hacer es revisar la piscina.